An oil painting that was vaguely inspired by power hierarchies, class trips and neglect in general. Most of all I wanted to approach a narrative of cinematic form with a pastel + saturated palette and contrasts in various surfaces.
Parte de la muestra colectiva "Absorber la ficción" en Centro de Arte Contemporáneo, Quito, Ecuador
Sobre los comienzos de la obra en sí puedo decir que la composición e idea inicial surgieron en el año 2006. Mi costumbre es buscar y encontrar imágenes tipo instantáneas (snapshots) en el buscador de Google y reinterpretarlas de acuerdo a mi intución. En esta ocasión me llamó la atención la escena graciosa de las niñas posando en una oficina en medio de una visita escolar o algo por el estilo. Luego decidí añadirle un señor con saco/chaqueta oscura sentado en el escritorio dándole la espalda a las niñas. Fue una composición fortuita; no fue algo fríamente calculado.
De ahí lo que me resulta estimulante es resolver las texturas, paleta y formas por un largo tiempo. He ido trabajando el cuadro por varios años muy esporádicamente. Son de esas obras que lentamente se van presentando por circumstancias de la vida misma.
En cuanto a los temas del cuadro y su narrativa interna; me emociona saber que el público interpreta a su manera el cuadro. Tienen mucha razón y concuerdo con sus lecturas dadas las noticias locales últimamente (abuso de poder, abuso infantil, abandono, irresponsabilidad, vulnerabilidad, confrontar tabúes, sexismo, vitalidad, inocencia, ambición, optimismo). La cuestión del abuso está presente a pesar de no estar narrada explícitamente. Lo que me he dado cuenta sobre el subtexto en mis obras en general es este contraste entre la inocencia/ternura y crueldad o lo dulce y lo amargo con tintes existenciales. Me interesa profundizar en las paradojas/dilemas/contradicciones de la humanidad misma. Sino no veo la gracia en pintar algo tan complejo y rico como lo es la figura humana sin añadirle un componente psicológico. Más que sólo un ejercicio pictórico formal es una indagación de muchas ideas sobre la creación, nociones culturales y mezcla de varios géneros de la pintura (influenciada en gran parte por el cine de autor.)
De manera celebratoria me gustaría pensar que al pintar a niñas como protagonistas estoy ejerciendo una visión un tanto peculiar. Es muy escaso ese tipo de protaganismo en la pintura a menos que sean retratos, lo cual mi cuadro nunca tuvo la intención de ser.
Parte de la muestra colectiva "Absorber la ficción" en Centro de Arte Contemporáneo, Quito, Ecuador
Sobre los comienzos de la obra en sí puedo decir que la composición e idea inicial surgieron en el año 2006. Mi costumbre es buscar y encontrar imágenes tipo instantáneas (snapshots) en el buscador de Google y reinterpretarlas de acuerdo a mi intución. En esta ocasión me llamó la atención la escena graciosa de las niñas posando en una oficina en medio de una visita escolar o algo por el estilo. Luego decidí añadirle un señor con saco/chaqueta oscura sentado en el escritorio dándole la espalda a las niñas. Fue una composición fortuita; no fue algo fríamente calculado.
De ahí lo que me resulta estimulante es resolver las texturas, paleta y formas por un largo tiempo. He ido trabajando el cuadro por varios años muy esporádicamente. Son de esas obras que lentamente se van presentando por circumstancias de la vida misma.
En cuanto a los temas del cuadro y su narrativa interna; me emociona saber que el público interpreta a su manera el cuadro. Tienen mucha razón y concuerdo con sus lecturas dadas las noticias locales últimamente (abuso de poder, abuso infantil, abandono, irresponsabilidad, vulnerabilidad, confrontar tabúes, sexismo, vitalidad, inocencia, ambición, optimismo). La cuestión del abuso está presente a pesar de no estar narrada explícitamente. Lo que me he dado cuenta sobre el subtexto en mis obras en general es este contraste entre la inocencia/ternura y crueldad o lo dulce y lo amargo con tintes existenciales. Me interesa profundizar en las paradojas/dilemas/contradicciones de la humanidad misma. Sino no veo la gracia en pintar algo tan complejo y rico como lo es la figura humana sin añadirle un componente psicológico. Más que sólo un ejercicio pictórico formal es una indagación de muchas ideas sobre la creación, nociones culturales y mezcla de varios géneros de la pintura (influenciada en gran parte por el cine de autor.)
De manera celebratoria me gustaría pensar que al pintar a niñas como protagonistas estoy ejerciendo una visión un tanto peculiar. Es muy escaso ese tipo de protaganismo en la pintura a menos que sean retratos, lo cual mi cuadro nunca tuvo la intención de ser.
Buró pastel
óleo sobre lienzo
150 x 100 cm. / 59 x 39 in.
2017